Para Gloria, amiga colombiana

Hola querida Gloria, saludos de Covadonga y míos, perdona la ausencia de estos días pero estábamos tan pero tan ocupados cerrando asuntos pendientes que colgaban de cuando el verano que a penas pudimos atender los más presentes. Ni siquiera pusimos al día el blog de tanto trabajo que había. Hoy, con algo más de tiempo podemos comentar un poco tu situación y ver las vías que se abren a partir de ahora que la vida te hace un guiño algo siniestro al que te invitamos devolver con esa sonrisa latina que nos iluminó en la fiesta de Nilaya.
Como no estás sola en este mundo ya ves como empezó a moverse la red de buenas personas que te rodean y pueden dar luz sobre tus malestares, compañía, apoyo y fe.
Cada uno aportará un granito de arena y grano a grano obrarán una parte del milagro de la sanación. La otra parte es cosa de ti misma y tu camino personal pues hoy es momento de parar el carro y pensar positivamente en el lado bueno que podemos extraer de los golpes que da la vida. La enfermedad puede ser, llegado el caso, un primer e importante paso para analizar y rehacer aspectos fundamentales de nuestra biografía pasada y reciente porque habitualmente tras una patología se esconde la discreta labor de una parte del cuerpo que habitamos con la que no siempre hemos tenido buenas relaciones. Me refiero fundamentalmente a la mental. Es evidente que nuestras células escuchan el idioma secreto de los órganos y atentas ellas a lo que ocurre son capaces de evolucionar hacia las más complejas direcciones aunque las más comunes sean curarnos o enfermarnos. Tras el diagnóstico se abren las incógnitas unidas a preguntas de gran profundidad porque lo que está en juego es tu vida. De ahí que tu estado mental y emocional sea crucial para el buen hacer de los fármacos que te implantan. Nosotros no vamos contra la medicina oficial, ayúdales a que hagan su labor pero no les dejes todo el trabajo a ellos. Tienes dentro una sanadora esperando la luz verde. Dale salida desde la confianza y déjate guiar por el sentido común, tus ángeles, tu clarividencia, tu información, intuición y libre criterio pues en el sendero de la sanación las decisiones al final las tomas tú aunque te estrechen un centenar de brazos amigos. Libre y soberana verás desde tu corazón que la desesperación pierde terreno ante la recuperación de la fe y la confianza, el miedo se volverá prudencia y más clara la luz al final del túnel.
Esas son tus herramientas, simples, humanas, eficientes, eternas y sobre todo, personales. Nada ni nadie es más fuerte que tu en esta etapa, piensa en lo que realmente siempre fuiste y serás, Luz, Paz y Tranquilidad, ni la enfermedad, ni el dolor podrán contigo, son manifestaciones circunstanciales con su nivel de gravedad y objetivamente focalizadas pero nada más. Tu eres una sobreviviente nata que saldrá de esta y de lo que venga en un futuro.
Por eso te enviamos un enlace con la página de Canvi, un grupo de ayuda a personas que han tenido y tienen cáncer. Mírala y ponte en contacto con ellos, son muy majos y colegas de Nilaya. Ánimo colombiana, escribe cuando quieras a Covadonga y a mi pero sobre todo no estás sola. Un beso de nosotros y nuestros Guías.
http://www.canvi.org/media/queescanvi.html